El 4 de septiembre se celebra el Día de la/el Inmigrante en nuestro país. La fecha fue elegida en 1949, en conmemoración a la disposición dictada por el Primer Triunvirato (1812), cuyo objetivo era fomentar la inmigración y ofrecer protección a las personas de todas las naciones y a sus familias que quisieran fijar su domicilio en el territorio nacional.
Pero ¿qué significa migrar?
Migrar supone un cambio estructural que cruza transversalmente la vida de una persona, la cual debe aprender nuevas formas de pensar(se) en otra sociedad, con diferentes códigos y elementos con los cuales manejarse en su vida cotidiana, laboral o en su trayectoria educativa.
Y vamos a hacer énfasis en la palabra migrante, sin sus prefijos, porque siempre que se ingresa a un país, se está dejando otro. De manera que esa acción también genera una ausencia en la sociedad de origen, en la que a menudo no se repara. Es un costo económico, político y social, pero también emocional.
En diciembre de 2003 se sancionó la ley 25.871 que en su artículo 4° expresa: “El derecho a la migración es esencial e inalienable de la persona y la República Argentina lo garantiza sobre la base de los principios de igualdad y universalidad”. Esta normativa, al mismo tiempo que consolidó las relaciones con el resto de los países del MERCOSUR, de donde provienen la mayoría de las/os migrantes actuales, amplió los instrumentos y compromisos con organismos internacionales de Derechos Humanos para el acceso y ampliación de sus derechos.
De este modo, el Estado Argentino se compromete a regularizar la situación de las/os migrantes, dejando atrás la palabra “ilegal” asociada comúnmente.
Mucho queda por hacer a fin de destruir mitos esencialistas, la xenofobia y el racismo que aún prevalecen en micro y macro violencias. Conocer el mundo del otro, es una de las tantas herramientas con las que hemos trabajado desde la UNPAZ a través de proyectos, jornadas, conversatorios, estudios específicos y múltiples vínculos que establecemos con las distintas comunidades migrantes y sus descendientes que habitan nuestro territorio.