23 DE AGOSTO DE 2024
El Consejo Superior de la Universidad Nacional de José C. Paz, en concordancia con el Consejo Interuniversitario Nacional, expresa su profunda preocupación por el grave deterioro de los salarios de las y los trabajadores docentes y nodocentes universitarios, que se manifiesta en una enorme y acelerada pérdida de su poder adquisitivo.
Entre diciembre de 2023 y julio de 2024 la inflación fue del 135%, pero los salarios de docentes y no docentes universitarios tan solo aumentaron un 71%, lo cual implica una caída en el poder de compra de casi el 30% en 8 meses.
Si bien el proceso de deterioro afecta a todos los sectores que trabajan, son los docentes y nodocentes universitarios quienes más se han visto perjudicados por definiciones salariales de carácter unilateral de las autoridades nacionales. Esta situación por demás injusta, deteriora la calidad de vida de las y los trabajadores universitarios, infringe un daño sustantivo al funcionamiento de las universidades nacionales y afecta seriamente las condiciones necesarias para desarrollar las actividades de enseñanza, investigación y extensión; en suma, pone en riesgo una formación de calidad y acorde al derecho educativo de todas y todos nuestros estudiantes.
Esta comunidad se esfuerza cotidianamente por formar una ciudadanía que, con su trabajo, colabore en el desarrollo económico, social y cultural de la Nación. No hay Nación que pueda desplegar sus capacidades si sus trabajadores viven por debajo de la línea de la pobreza. No hay desarrollo económico posible en un país que maltrata a quienes enseñan e investigan. No hay patria que pueda ser libre sin el conocimiento que las universidades producen para resolver los enormes problemas que nuestro pueblo atraviesa.
Este Consejo Superior, en representación de toda la comunidad universitaria de la UNPAZ, apoya de manera unánime el reclamo de sus trabajadoras y trabajadores y considera imperiosa la recomposición del valor adquisitivo de sus salarios y exhorta a las autoridades del Gobierno nacional a negociar en el ámbito paritario la mejora de las condiciones salariales y laborales, de manera de garantizar el funcionamiento adecuado de las universidades y el pleno despliegue de sus actividades sustantivas.
Finalmente, tal como se sostuvo en nuestra declaración del 19 de marzo de este año, seguimos ratificando la necesidad de dar continuidad a los programas universitarios destinados a inversión en obras de infraestructura, equipamiento y sostenimiento de los programas de becas y garantizar el presupuesto necesario para sostener las actividades de ciencia, tecnología y extensión.
