Con la participación de la directora del Departamento de Economía, Producción e Innovación Tecnológica (DEPIT), Cintia Gasparini; Ernesto Mattos, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo Productivo y la Innovación (IDEPI); Anibal Loguzzo, coordinador de la Licenciatura en Administración; la periodista especializada en sustentabilidad y desarrollo humano, Florencia Tuchín y las/os docentes e investigadoras/es  Daniela López De Munain y Emmanuel Maldonado, se realizó una charla sobre Economía Circular y su impacto en el tejido productivo.

La actividad -que tuvo lugar en el marco del “Ciclo de Conferencias sobre Modelos de Desarrollo Nacional” organizado por el DEPIT y el IDEPI- se centró en el análisis de este modelo de producción y consumo que promueve la reducción en el uso de materias primas y el reciclado de productos, teniendo en cuenta la noción de triple impacto que involucra los aspectos  sociales, ambientales y económicos.

Florencia Tuchin, directora de un portal de noticias relacionadas con la economía circular, el emprendedurismo y la innovación social, señaló que “la economía circular surgió para diferenciarse de la lineal, aquella que se potenció con la Revolución  Industrial que se basa en agarrar una materia prima,  fabricar, usar y después tirar generando basura”.

A modo de ejemplo, mencionó que “en  Argentina hay 5 mil  basurales a cielo abierto acumulando los residuos producidos por la economía lineal; en el mundo estamos consumiendo a una velocidad mayor al tiempo que demandan los ecosistemas para regenerarse y se continúa liberando más dióxido de carbono del que puede absorber la naturaleza”.

Frente a este escenario se proponen algunas estrategias de economía circular -entre otras de las llamadas nuevas economías- para poder  “hacer frente a desafíos globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, los residuos y la contaminación”, resaltó Tuchin.

Las principales acciones a tener en cuenta -según coinciden en señalar las organizaciones vinculadas con la ecología y el cuidado del medio ambiente- se sintetizan en el concepto conocido como Tres R: “reducir” el uso de las materias primas, “reutilizar” o volver a utilizar el producto y “reciclar”, es decir,  recuperar el material al mayor valor posible.

“Hay organizaciones que agregaron otras erres a la conversación como rechazar , renovar, reparar, reacondicionar, remanufacturar, entre otras que nos traen diferentes ideas de la economía circular”, expresó.

La periodista introdujo además la noción de triple impacto para referirse a las estrategias productivas que además de generar nuevos negocios buscan impactar  en forma positiva en lo social, lo ambiental y lo económico.

La economía circular es uno de los pilares del marco teórico en el que se inscribe el proyecto de investigación “Biocombustible y residuos orgánicos en José C. Paz, San Miguel y Malvinas Argentinas: Análisis desde la bioeconomía y el metabolismo urbano” radicado en el IDEPI que presentaron Maldonado y López de Munain.

Esta investigación busca abordar de manera integral la gestión de residuos orgánicos y la producción de biocombustibles a partir de Aceite Vegetal Usado (AVU), con el fin de promover un enfoque sostenible desde la perspectiva de la bioeconomía y el metabolismo urbano.

“A través de la analogía del metabolismo entendemos a las ciudades como organismos vivos que van a necesitar  energía para su desarrollo y desde ahí buscamos saber cuáles son los grupos de entrada de materia y energía en un área urbana, los grupos internos que tienen que ver con la apropiación, la transformación y  la circulación y finalmente los grupos de salida como por ejemplo los residuos”, expresó López de Munain.

“En la misma línea pensamos también los elementos no materiales como pueden ser las normativa o la cultura que también forman parte de esta idea de metabolismo urbano”, agregó.

Entre los objetivos del proyecto, Maldonado resaltó la posibilidad de “generar conocimiento sobre las Unidades de Producción (UP) en estas áreas, identificar oportunidades para integrar la bioeconomía en sus procesos, y realizar un diagnóstico de la situación actual. Además, buscamos establecer lineamientos para mejorar la sustentabilidad ambiental, económica y social de estas actividades con el fin de alinearlas con los objetivos de la Agenda 2030 y contribuir a las medidas de mitigación del Cambio Climático”.

El proyecto de investigación se enmarca en la Quinta Convocatoria a Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica de la UNPAZ fueron aprobados 58 proyectos, presentados por docentes-investigadoras e investigadores de nuestra casa de altos estudios.