Hace unos días, nuestra universidad ha iniciado un nuevo ciclo académico. Como en cada comienzo, este 2024 damos la bienvenida a los diez mil ingresantes y a los veinticinco mil estudiantes que se han inscripto en este cuatrimestre. El crecimiento que nuestra universidad experimenta cada nuevo año, es la prueba más concreta de la relevancia que nuestra ciudadanía otorga a la educación superior para el desarrollo de su proyecto vital y de la confianza depositada en la UNPAZ para lograrlo.

No se equivoca. La educación superior cumple una función trascendente en la formación de cada estudiante con profundos impactos en su posterior vida profesional y personal. Cada día, miles de personas jóvenes y adultas que trabajan o quieren hacerlo, transitan con gran esfuerzo sus estudios en nuestras aulas: lo hacen restando horas al sueño, intensificando sus labores cotidianas, asumiendo también las tareas de cuidado ya que dos terceras partes de nuestras estudiantes son mujeres. Lejos de autocompadecerse por las exigencias cotidianas y las condiciones adversas, esta comunidad ha sabido construir como respuesta, una red de colaboración y sostén para que, cada quién, pueda transitar los estudios, en el marco del despliegue de políticas de inclusión que, en el transcurso de estos cuarenta años de democracia, el Estado y sus instituciones han sabido impulsar.

La UNPAZ, fiel a nuestras mejores tradiciones educativas, abre sus puertas a cada estudiante, sin importar su condición social, procedencia, género, religión o ideología. Ofrece una propuesta formativa que se esfuerza por crear las mejores condiciones para enseñar más y mejor a cada vez más estudiantes, única opción para una educación de calidad. Investiga y produce conocimiento relevante para el abordaje de los graves problemas que enfrentamos. Se vincula estrechamente con su territorio en un sinfín de proyectos y actividades que aportan al desarrollo científico, tecnológico, cultural y social de una región caracterizada por la desigualdad social y la pobreza. Lo hace con el compromiso de sus trabajadoras y trabajadores nodocentes y docentes que asumen este proyecto con gran responsabilidad y en virtud de las condiciones materiales que se generan a través del financiamiento que el Estado Nacional debe, por ley, realizar.

Lamentablemente y como es de público conocimiento, el Poder Ejecutivo Nacional ha decidido mantener, para el año 2024, las transferencias a las universidades públicas nacionales en los montos estipulados para el año 2023, lo que pone a la UNPAZ, como al resto de las instituciones universitarias en serias dificultades para sostener con normalidad sus actividades y funciones. Con un enorme trabajo de planificación y gestión, hemos conservado la oferta formativa de este cuatrimestre, pero es necesario señalar a toda la comunidad que, en un contexto inflacionario interanual del 254,22%, se hace imperioso que el gobierno nacional actualice y aumente nuestras partidas presupuestarias. La continuidad de las actividades académicas depende de que las autoridades nacionales cumplan con su responsabilidad política y legal de asegurar las condiciones materiales para su funcionamiento. Del mismo modo, la UNPAZ señala con preocupación la intensificación de discursos que siembran desconfianza y recelo para con las instituciones de educación superior de nuestro país y en general, para con la tarea de enseñar, alimentando climas de hostilidad hacia la docencia, impropios de la vida democrática y de la plena vigencia de las garantías constitucionales.

Desde la UNPAZ defendemos y sostenemos el valor estratégico que la educación universitaria pública tiene para el desarrollo cultural, humano y productivo de nuestro país, tan anhelado por todas y todos sus ciudadanos. Es por ello, que, este Consejo Superior, hace suya la declaración realizada por el Consejo Interuniversitario Nacional el día 21 de febrero del corriente año. Comparte sus consideraciones respecto de la situación crítica que atraviesan las universidades públicas y solicita por lo expuesto, una urgente y pronta solución presupuestaria que lleve tranquilidad a nuestras comunidades. Por otra parte, insta a generar un clima de intercambio respetuoso que reconozca el enorme esfuerzo que los estudiantes y docentes realizan cotidianamente en nuestras aulas. Se ha expresado, con razón, que el lugar que una Nación ocupa en el escenario internacional se vincula estrechamente con el lugar que le otorga a sus universidades.

Por todo ello, este Consejo Superior manifiesta profunda preocupación por la situación que atraviesa el sistema universitario argentino y ratifica la necesidad de: incrementar razonablemente la cuota asignada para los gastos de funcionamiento mensuales, actualizándose conforme el proceso inflacionario que atravesamos, de manera de garantizar la continuidad de nuestras actividades y el cumplimiento de nuestra misión; actualizar los salarios de docentes y nodocentes; dar continuidad a los programas universitarios vigentes destinados a inversión en obras de infraestructura, equipamiento y sostenimiento de los programas de becas; y garantizar el presupuesto necesario para sostener las actividades de ciencia, tecnología y extensión. 

Consejo Superior de la Universidad Nacional de José C. Paz

José C. Paz, 19 de marzo de 2024.