Las empresas deben respetar las normas de Derechos Humanos como una precondición imperativa para hacer negocios. Resulta evidente confirmar que las empresas , gracias a la diferencia que existe entre los estándares regulatorios de sus países de origen (donde tienen radicada la casa matriz) y el de los países donde invierten u operan, ante la falta de obligaciones mínimas de respeto a los Derechos Humanos o al medio ambiente de las comunidades y sitios donde operan, y también gracias a que se aprovechan de la disyuntiva que enfrentan los gobiernos y Estados emergentes, que para atraer inversiones extranjeras se ven forzados a reducir y relajar las regulaciones que protegen los derechos laborales o los derechos ambientales, gracias a todas estas cuestiones, resulta cada vez más urgente pensar e implementar acciones que consigan efectivamente hacer responsables a las empresas frente a los derechos humanos y que se logre alcanzar un management responsable y sustentable.

La pandemia de la COVID-19 ha dado lugar a una crisis sin precedentes en nuestra época. Los países han adoptado medidas extraordinarias para frenar la transmisión del virus. Resulta importante no perder el foco respecto de las posibles vulneraciones que puedan producirse en materia de derechos humanos, especialmente entre los más vulnerables. Ante la emergencia de la COVID-19, el papel de las empresas es fundamental. Las empresas tienen la responsabilidad de que sus acciones no generen impactos negativos en los derechos de sus grupos de interés, evitando situaciones de discriminación y poniendo el foco en los colectivos más vulnerables.

Todas las empresas tienen la responsabilidad básica de prevenir y abordar los efectos adversos en los que puedan verse involucradas, y de tratar a las personas con dignidad. La debida diligencia empresaria en materia de derechos humanos es fundamental para garantizar que se identifique y mitigue cualquier riesgo para las personas. Ello incluye la adopción de medidas preventivas adecuadas para garantizar la salud y la seguridad de los trabajadores. Los Principios Rectores también aclaran que la responsabilidad de las empresas se extiende más allá de sus propias actividades, ya sea cuando contribuyen a los impactos adversos causados por otros, o cuando están directamente vinculadas a sus operaciones, productos o servicios a través de los impactos adversos causados por las relaciones empresariales. Nuestro objetivo consiste en explorar y conocer cuáles han sido las respuestas de las empresas ante la crisis de la COVID-19 y si han incorporado e integrado conocimientos especializados en materia de Derechos Humanos en los equipos de gestión de crisis.

Director: MARCELO MARTIN CECERE

Co-director: HÉCTOR ANIBAL LOGUZZO

Integrantes:

Leonardo Pucheta

Martin Cecere

Anibal Loguzzo

Emiliano Consoli

Adriano Ezequiel Agreda

David Walter Aguirre

Nicolás Toledo

Gisela Bianchi