Después de mayo de 1810 se instaló en el seno de la Junta de gobierno el tema de la declaración de la independencia, con importantes disensos. Moreno lideraba una posición de una pronta declaración de la independencia para poder así profundizar cambios políticos y económicos urgentes. El sector saavedrista, por el contrario, era más conservador y funcional a los intereses del orden social colonial. Esta puja dio lugar a una tensióndentro de la Junta en la que primaron los intereses de hacendados bonaerenses y los comerciantes ingleses establecidos en Buenos Aires. 

El Congreso fue convocado cuando la Santa Alianza promovía en Europa la restauración monárquica y combatía los movimientos liberales y democráticos; además comenzó en Tucumán, una ciudad del interior, por el creciente disgusto de los pueblos frente a Buenos Aires. Las provincias fueron convocadas para reunirse en Tucumán y enviaron sus diputados. Estuvieron incluidas algunas del Alto Perú, por entonces en manos realistas, pero se excluyeron Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y la Banda Oriental, por diferencias políticas. Entre los congresistas, predominaba el sentimiento antiporteño.

Los diputados Esteban Agustín Gazcón, Teodoro Sánchez de Bustamante y José Mariano Serrano presentaron un plan aceptado por todos y cuyos puntos fundamentales fueron: comunicarse con todas las provincias para insistir en la necesidad de unión y así enfrentar al enemigo externo; declarar la Independencia; discutir la forma de gobierno más conveniente para las Provincias Unidas; elaborar un proyecto de Constitución y preparar un plan para apoyar y sostener la guerra en defensa propia, proveyendo de armamentos a los ejércitos patriotas.

Aquel 9 de julio de 1816, se discutió el proyecto de Declaración de la Independencia. Después de tres meses y medio de sesiones, el Congreso proclamó este día la existencia de una nueva nación libre e independiente de España u otras naciones: las "Provincias Unidas de Sud América".