Cada 10 de diciembre se celebra el Día de los
Derechos Humanos para recordar que el respeto a los derechos básicos e inalienables
de todas y cada una de las personas es el ideal común al que aspiran todas las
naciones y pueblos del mundo.

Proclamado por la Asamblea General en 1950, la
fecha es coincidente con la aprobación, dos años antes, de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, un documento cuyos 30 artículos básicos
detallan los derechos fundamentales tanto civiles, como económicos, culturales, políticos y sociales “que nos unen como
comunidad internacional bajo los mismos ideales y valores”, dice la organización.

Después de la Segunda Guerra Mundial, en los
inicios de la Guerra Fría, cuando todavía dolían las heridas del nazismo y ante
las situaciones de injusticia que se vivían en los cinco continentes, varios
países sintieron la necesidad de unirse en una organización supraestatal que
garantizara el respeto y la dignidad de las personas, y que evitara la
repetición de hechos tan lamentables y asegurara el respeto a las
peculiaridades étnicas, religiosas o sexuales de las personas.

En nuestro país, otro hecho histórico viene a
refrendar estos derechos inalienables: el 10 de Diciembre de 1983, con la
elección democrática del Dr. Alfonsín como Presidente de la República, el país
emerge de la peor dictadura de su historia política. Justamente en esta fecha,
en 1977, era secuestrada Azucena Villaflor, quien buscaba a su hijo Néstor y a
su novia, Raquel Mangin. A raíz de esa ingente búsqueda por oficinas estatales,
Azucena terminará fundando, junto a otras Madres la Asociación “Madres de Plaza
de Mayo”. Tras su secuestro y detención en la ESMA, aún hoy se encuentra
desaparecida.