El 29 de julio de 1966 la dictadura militar conducida por el teniente general Juan Carlos Onganía decretó la intervención de las universidades nacionales y la anulación del régimen de cogobierno que existía en cada una de ellas. 

Autoridades universitarias, alumnos, profesores y no docentes de cinco facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que se encontraban defendiendo la autonomía de las universidades y la libertad de cátedra, fueron duramente reprimidos por la policía.

Este episodio se lo conoce como la “Noche de los Bastones Largos” debido al tamaño de los bastones con los que fueron brutalmente atacados. El operativo se inició en las Facultades de Filosofía y Letras, Ingeniería, y Arquitectura y Urbanismo. Pero fue en la Facultad de Ciencias Exactas donde se desató la más violenta represión y el número de detenidos fue más elevado.

Los laboratorios y bibliotecas fueron destruidos, tras el episodio dramático muchos docentes renunciaron, fueron despedidos o se exiliaron del país, los centros de estudiantes se suprimieron y se prohibió la actividad política de los mismos.