A 40 años, nuevo libro del IIEC analiza las formas de la democracia y los derechos humanos
En el marco de la celebración de los 40 años de democracia, EDUNPAZ publicó “Las formas de la democracia. A cuarenta años (1983-2023)”, libro compilado por Mauro Benente y Diego Conno en el que destacadas/os investigadoras/es reflexionan sobre la relación entre la democracia, identidades políticas, populismo, accionar de movimientos sociales, la representación, el neoliberalismo, el colonialismo, y el surgimiento de las ‘nuevas’ derechas y los discursos de odio.
La producción -que forma parte de la Colección Horizontes I+D+I- es resultado del proyecto de investigación “Democracia y derechos humanos. Debates conceptuales y experiencias políticas recientes en América Latina”, radicado en el Instituto Interdisciplinario de Estudios Constitucionales (IIEC).
“La idea original fue revisar algunos procesos políticos relativamente contemporáneos -a los que las ciencias sociales tienen ciertas dudas sobre si llamarlos posneoliberales, socialismos del siglo XXI, nacionales y populares, entre otras denominaciones- y ver cómo esos procesos políticos aportan a algunos debates conceptuales que existen en la relación entre democracia y derechos humanos, en el sentido que hay una tradición más enfocada en la democracia que apuesta por una idea de soberanía popular y por la protección de la igualdad y una idea que está más asociada al estado de derecho y protección de libertades”, expresó Mauro Benente, quien es director del Instituto Interdisciplinario de Estudios Constitucionales (IIEC) de la UNPAZ.
“En los debates conceptuales -destacó Benente- esa relación no siempre es armónica y lo que nos interesó fue revisar estos procesos políticos que muchas veces se leyeron como procesos de democratización de la democracia y la realización de derechos”.
En este sentido, el libro incluye algunos trabajos que plantean la necesidad de evitar pensar a la democracia solamente como un sistema formal. “La parte electoral es una parte de la democracia, son las reglas por las cuales se eligen las autoridades, pero también se plantea el esfuerzo por no reducir la democracia a un cierto esquema por el cual esas autoridades después terminan decidiendo en nombre de nosotros”, sostuvo.
Las/os autoras/es “presentan un esquema más amplio de la noción de democracia que incorpora ciertas discusiones en torno a los modelos de acumulación, a la relación entre régimen democrático y movimientos sociales y entre institucionalidad democrática y populismo”, destacó.
“Esas formas de la democracia -continuó Benente- no se marcan o establecen sólo a partir de cómo funcionan las instituciones, lo que hay ahí es cierta discusión con cierta predominancia en los estudios de ciencia política más empíricos que cuando analizan la democracia la reducen a un esquema formal y lo importante es advertir que hay un exceso que forma parte también de la democracia; nosotros planteamos que esa forma de democracia no se puede revisar solo a la luz de cómo funcionan las instituciones”.
Precisamente “Las formas de la democracia” compila investigaciones en torno al exceso, a aquello que se derrama y sobrepasa el registro de lo institucional. Algo que “históricamente ha sido condición de posibilidad; las instituciones democráticas incluso su nivel formal nacieron de esos procesos que excedieron prácticas institucionales”, reflexionó Benente.
A modo de ejemplo, el director del IIEC se refirió al voto femenino, algo que “en parte surgió del colectivo de mujeres que reclamaban en términos de exceso a la institucionalidad que no las reconocía; ese exceso es algo relevante en vistas de dotar de cierta legitimidad y autoridad a los procesos de luchas populares y luchas colectivas que lo que de alguna manera hacen es democratizar a la democracia”.
Tal como señaló el rector Darío Kusinsky en el prólogo de esta obra, “Inevitablemente, Las formas de la democracia, por más que den cuenta de cuatro décadas que no nos cansaremos de reivindicar, se miran desde la actualidad. Esas formas existieron, existen, pero se observan con unos lentes cuyos focos están atravesados por las luces y sombras, por los claroscuros de estos días. Las lentes se moldean con una actualidad que, tal como señalan Mauro y Diego en el prólogo, se inicia en 2021 con la formulación del proyecto de investigación, pero se trastoca aceleradamente en este 2023”.
Al respecto, Benente expresó que es posible “que haya algún registro más permeado por cierta pesadumbre o melancolía respecto de otros momentos en los que uno podría identificar mayor vigor democrático y participativo y con una participación con un lenguaje más amable a ciertos valores asociados la igualdad y la justicia social que hay están puestos en discusión”.
“Pero no se reduce a eso sino que trata de de exceder la coyuntura y mirar con una perspectiva más de larga aliento y con una perspectiva de ir un poco más allá del clima de época”, aclaró.
“Hay que reivindicar ese nivel formal de la democracia, la dimensión de la representación y de la igualdad en términos formales, el texto no apunta a decir que esos valores no son relevantes sino que trata de mostrar que para que esos valores tengan cierta relevancia no alcanza con la dimensión institucional y no alcanza porque lo que llamamos derechos, libertades, incluso democracia, o instituciones democráticas no se originaron en las propias reglas del juego institucional sino que fueron emergiendo a partir de procesos de cierta tensión con esas reglas del juego”, indicó.
“Lo que nos interesa es mostrar cómo esos aspectos que a veces son como externos a lo que llamamos democracia le terminan dando forma y esos aspectos hay que reconocerlos en términos democráticos, es tan democrático ir a votar como es tan democrático oponerse a ciertas decisiones públicas”, concluyó Benente.