Las hermanas eran hijas de Rosendo Abadía y Baltasara Crespo. Dominga
había nacido en Folgoso de la Carballeda, provincia de Zamora en España,
el 9 de marzo de 1950. Empujados por la miseria y el régimen
franquista, con su beba de meses los Abadía Crespo emigraron a la
Argentina, radicándose en Del Viso.
El 1º de septiembre de 1952, nació en José C. Paz la segunda hija del matrimonio, Felicidad Abadía Crespo.
Brígida
Crespo, prima de las hermanas, con su testimonio reconstruye lo que
sucedió aquella noche del 2 de noviembre de 1977: “A las 23,45 horas
llegaron a su casa, en 9 de Julio 830, Del Viso, dos individuos saltaron
la verja de entrada; uno de ellos, que comandaba el operativo, vestía
de civil y con fuertes golpes en la puerta obligó a Rosendo Abadía a
levantarse. Le dijeron que eran policías y exhibieron credenciales,
obviamente falsas. Uno de ellos sacó un arma corta y encañonó al padre.
Ingresaron a la casa con un soldado con ametralladora. Ese soldado, por
órdenes de quien dirigía el allanamiento ilegal, mantuvo a los padres
con el cuerpo mirando al piso, mientras revisaban las habitaciones de
las hijas, a quienes ordenaron que se vistieran”.
Ambas hermanas
trabajaban en la fábrica de cerámicas Lozadur donde Felicidad era
delegada gremial. La fábrica estaba ubicada en Perito Moreno 2610 de
Villa Adelina.
Junto a Felicidad y Dominga Abadía Crespo, también
fueron secuestradas por la dictadura militar otras dos operarias de
Lozadur en esos días: Sofía Tomasa Cardozo y Elba María Puente Campo.